Por: Dra. Denise M. Cobián, Directora / Escuela de Administración Columbia Central University
Recientemente comencé a leer un libro llamado 50 ways to fall in love with your life, de Gay Walley. No le miento si les “digo” que el título me llamó la atención. Todo ser humano aspira a ser feliz, pero sobre todo, a ser feliz con la vida que ha decidido escoger. ¿Por qué lo expreso de esa forma? Porque no importa las circunstancias que nos presenta la vida, todos tenemos la oportunidad de echar a un lado lo malo que pueda estar nuestro entorno, “salir” de la zona cómoda y escoger una vida mejor. Igual pasa con el trabajo.
Comparto con ustedes lo que a mi entender son las 10 áreas para ser más feliz en el trabajo. Comienzo:
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Mire el trabajo que hace, no importa cuál sea, como su oportunidad de servir a otros. Cada puesto y organización tiene sus limitaciones. Cada puesto que se crea en la organización está para SERVIRLE a alguien. Los que estamos en el mundo académico, decimos que nuestro rol es a largo plazo. Si uno de nuestros ex alumnos tiene éxito, nosotros, como facilitadores de conocimiento, también tenemos éxito. Igual es a la inversa. Seremos más felices si, con nuestro servicio y actitud correcta, hacemos felices a otros.
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Elimine aquello que le hace perder el tiempo. Cuando he ofrecido clases, les digo a mis estudiantes que el tiempo que estén conmigo debe ser para “desconectarse”. Aprender de un contenido es tan importante como atender la familia. De lo que aprendamos, viviremos toda la vida. Por tanto, saca de la vista el celular, la computadora y todo aquello que represente una distracción y le haga perder el tiempo en el trabajo. Una vez el tiempo se va, no regresa. A veces no tenemos una segunda oportunidad para demostrar nuestra capacidad de hacer las cosas. Si realmente se quiere, tome control de ella.
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El tiempo libre no tiene porqué llenarse. Me sorprende cuán efectivo puede ser un empleado si su agenda está repleta de reuniones y citas. ¿En qué tiempo hace sus cosas? ¿En qué momento puede respirar profundamente y empezar a planificar, organizar, liderar, motivar y controlar lo que realmente es importante? Todos necesitamos un espacio para reflexionar, recargar baterías y seguir. No ocupe ese tiempo tan preciado, que podemos usar para crear e innovar.
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Mantén una mentalidad abierta. Nuestra mente es como un paracaídas: cada vez que lo abrimos, llegan cosas nuevas o diferentes a nuestra vida. La vida laboral no tiene limitaciones; solamente aquellas que nosotros mismos hemos impuesto. Cuando expandimos nuestra mente, somos más arriesgados. Digamos sí a aquellas cosas que la vida laboral nos presente, inclusive a las preocupaciones que puedan aflorar. Quién sabe si nos irá mejor.
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Lea material que te inspire/aprende algo nuevo. Sabemos que muchas veces tenemos que leer muchas cosas como parte de nuestro trabajo, pero qué le cuesta comprar o adquirir material que nos inspire a ser mejor persona y mejor empleado. Siempre tenemos la oportunidad de aprender algo nuevo o quizás, diferente. Leer nos expande, nos enriquece, nos ayuda a descubrir intereses nuevos y crea oportunidades. A veces, las oportunidades se presentan una sola vez; arriésgate y espera los resultados. Si no te rindieron los frutos que esperabas, inténtalo de otra forma.
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Mantén el contacto con las personas. Hay días y días. Tenemos muchos compañeros en el escenario laboral pero no necesariamente son nuestros amigos. Ofrece una amistad sincera; otro lo hará también. Si estás alicaído, acércate a personas que te levanten el ánimo y te ofrezcan, en la medida que sean solicitados, herramientas para manejar las situaciones. Busca personas creativas y exitosas.
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Sé paciente. Se dice que Roma no se hizo en un día; tampoco se destruyó en un día. Todo tiene su momento. Lo que no podemos perder de perspectiva es la perseverancia. A veces queremos que las cosas sucedan tan rápido como sale un correo electrónico de nuestra computadora o un mensaje de texto en el celular. Piensa en los retos diarios y míralos como oportunidades para crecer. Mientras el tiempo transcurre, hay otros procesos que se están dando, que pueden ir relacionados a lo que te incomoda.
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Sé compasivo con los demás pero también contigo. Todos los días nos exponemos a escuchar historias complicadas; sin embargo, estas historias nos pueden ayudar a transformar y enriquecer nuestras vidas. Pide con respeto lo que deseas. Posiblemente lo que añoras, otro también lo desea. Ponte en el lugar de cada cual pero no te olvides de tus necesidades.
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Piensa positivo, enfrenta las preocupaciones. En un mundo laboral tan convulso y tan incierto, las preocupaciones están “a flor de piel”. Surgen muchas preguntas y a veces, pocas contestaciones. En estos días, un muy buen amigo, enfrentaba una situación difícil. Con mucha firmeza le decía “Confío en que todo saldrá bien. Una mente positiva traerá resultados positivos”. Así es,… simple. Luego de toda tormenta, llega la calma. Nuestra actitud define toda la vida. Tenemos que seguir “empujando el carrito de nuestras metas, sueños y deseos”.
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Mantén el paso. Quedarnos sin hacer algo es rendirnos a las circunstancias. Tendremos días que sentimos que se nos cae el mundo encima. Tenemos que seguir caminando y avanzando. Nunca nos debemos rendir ante nuestros sueños, ya sea para tener un trabajo más placentero u otro puesto dentro o fuera de la empresa. Nuestros sueños se hacen realidad con mucho trabajo y esfuerzo. Para descansar tendremos todo el tiempo después de la muerte. Si estás vivo, sigue trabajando, esforzándote, avanzando.